Si Hades fuera chilango y Atenea la Primera Dama

febrero 04, 2005

Y lo volvería a hacer

El fracaso es una de las realidades más difíciles de aceptar, pero cuando ese fracaso hace referencia al amor es aún más difícil, las secuelas preocupan más que el hecho de haber fracasado, casi siempre nos quedamos con la ultima cuenta pesando en el esfuerzo y recursos que invertiremos en amortizar las deudas, los sueños rotos, las malas horas y llevamos las conclusiones a la siguiente aventura.

Si bien es cierto nunca se considerará justa la conclusión mas injusta es la factura que se pasara a la siguiente ilusión, lo prudente sería pues, discernir con una taza de café en mano y una ducha de sinceridad hasta que punto es realidad ese saldo rojo que lamentamos, es entonces cuando se aconseja tomar un hoja de papel, dividir el espacio en partes iguales y anotar en estos aciertos, certezas, dudas, omisiones y equivocaciones; sentarnos y observar lo escrito no llevará a una conclusión distinta.

Al terminar la reflexión y la sinceridad lo mas probable es que nos demos cuenta que el enamorarse no es del todo la perdida de sueños que se podría pensar en ese momento, si no me cree recuerde los momentos juntos, aquellos instantes en los que palabras, miedos y expectativas se dejan de lado para vivir el momento, recuerde esos momentos en los que se fue uno solo, lo que se aprendió de la persona amada, ahora esas ilusiones rotas no suelen ser tan sombrías, recuerde la felicidad que se obtuvo con solo considerarlas como una realidad.

Solemos anteponer nuestra utopía de amor a la realidad y si esta no es lo que pensamos palidece, creemos saberlo todo y tomamos como un hecho que es nuestra ilusión la verdad única, somos egoístas y hasta presuntuosos al creer que no hay nada mejor que lo que esperamos. De mi ultimo fracaso me quedo con todo, con lo vivido y lo esperado, con los retos obtenidos y con la soledad que hoy me ayuda a escribir, después de todo enamorase siempre será digno de esfuerzo, si esta vez no logré hacer que la persona amada tomase el mismo reto siempre existirá un mañana que me permita creer que ahora si tendré mas sueños por vivir que sueños que lamentar.